Tienes una taza, que te encanta y no la quieres usar para el desayuno, porque si te pasa como a mi, lo único que puede pasar es que se te rompa, o simplemente, no es tu tamaño ideal de café mañanero. Por otro lado, tienes una planta (evidentemente, artificial, con este ritmo de vida sería una misión casi imposible conseguir que una planta sobreviviera) y no encuentras una maceta que mole. Usa la taza como maceta! Verás que resultado más chulo!
Dale otro uso y alegra tu espacio

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